sábado, 23 de agosto de 2014

Sufrimiento /vs/ Amor

Estos dias, cuando ves la noticias en la TV o ves enlaces en internet (twitter, etc) es inivitable ver las desgracias ajenas que salpican la actualidad (Gaza, Ucrania por poner ejemplos).

Pues bien, no he podido dejar de acordarme de que porqué el sufrimiento y el amor están tan reñidos y para ellos se me ocurrío acordarme del SUFRIMIENTO desgarrador de la aria Lascia ch'io pianga y del AMOR como definición que hace Quevedo.


Lascia ch'io pianga, (en italiano: “Deja que yo llore”) es una canción de estilo barroco de la ópera “Ronaldo” (1711), readaptada por Handel. que es una de las 'arias' más célebres de aquella época y de todos los tiempos. La historia está ambientada en la Primera Cruzada (1100) y narra el amor entre el guerrero cristiano Rinaldo y Almirena, hija del comandante de los ejércitos cristianos, Godofredo de Bouillón, a quien este promete la mano a cambio de ayuda.

Plasma como nadie el dolor de no poder alcanzar lo más querido y la desesperación a la hora de proclamarlo al mundo.

Os dejo a continuación el siguiente link a este blog donde se habla de él y el link a una de las escenas de la pelicula Farinelli (Castrati famoso) en donde se puede apreciar en todo su explendor.

En contra, el AMOR es algo taaan potente como lo definió QUEVEDO y dice asi:

Es hielo abrasador,
es fuego helado,
es herida, que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.

Es un descuido, que nos da cuidado,
un cobarde, con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.

Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo,
enfermedad que crece si es curada.

Éste es el niño Amor, éste es tu abismo:
mirad cuál amistad tendrá con nada,
el que en todo es contrario de sí mismo.
 

 Por lo que a mi respeta, lo tengo claro, me quedo con las sensaciones de "QUEVEDO" y no con las de "RONALDO"
 
Ser felices!!!

1 comentario:

  1. Me encantó esta entrada... Tienes razón, las noticias matan.., y las realidades del mundo también... Menos mal que nos traes a Quevedo, para recordarnos, que pese a los siglos, el camino del amor, siempre es el mismo (según el caminante, bien alegrías; bien sufrimiento; o tal vez las dos cosas). Y encima, cuando te curas de él, va y te crece más... Alguien me dijo una vez: quien ama, sufre.
    Yo, también prefiero la percepción gloriosa del amor como Quevedo y tú; un regalo ideal para entregar todos los días, y de vez en cuando, también, nos lo regalen algunos días...
    Que vaya bien el resto del verano. Saludos!

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