Una reflexión... la semilla de ayer

Tras el cuento de ayer de Jorge Bucay, me levante muy reflexivo con la vida. Cada uno tenemos una semilla interior que debemos saber germinar. Pero no solo tenemos una, sino cada dia ponemos nuestra semilla diaria a germinar. Cuando nos levantamos la regamos con muestro desayuno, unos toman un cafe con unas tostadas, otros les ponen mermelada, otro toman unas magdalenas o unas galletas... la gran mayoria toma algo. A lo latgo del dia nuestras acciones hacen que esa semilla que llevamos dentro, crezca o nó, podemos ser buenas personas, o ser unos completos egoistas, esta diferencia marca nuestro camino. Todo depende de los valores que tenga uno, de los valores con que nos regaron cuando fuimos pequeños.

 

 

 

Nuestras acciones, dicen mucho de las personas. Y gente muy buena, todas ellas avanzan en su camino diario de la felicidad. Algunos no lo consiguen todos los días, lo intentan, luchan por intentar germinar esa semilla interior. Hay gente muy luchadora y buena que por mucho que quiera, las circunstancias de la vida no le dejan germinar la semilla como ellos quisieran, pero aunque no lo sepan, sus acciones hacen que si germine. Alguien ya habrá empezado a preguntarse, ¿pero que nos esta contando?, pues si, las acciones de esa semilla ya fueron regadas por las buenas acciones anteriores, por eso, esa semilla no es tan exigente, esa semilla lleva en su interior la felicidad, calma de paz, ayuda en los avatares que sobrevienen, da esperanza.

 

 

 La semilla de ayer

 

 

Hoy quiero poner una vela,

una vela de esperanza,

un soplo de futuro,

una ventana al mar,

aire que que fluye fresco,

aroma de amistad.

 

Romper una lanza quiero,

a la buena gente,

que tengan paz,

camino futuro se abre,

esa brisa del mar,

semilla germinada,

esperanza dá.

 

No cierres lo ojos,

lucha por caminar,

cuidado no tropieces,

aunque en colchón caerás,

semilla germinada,

felicidad  traerá.

 

 

                         A una amiga

 

                        Carlos Nuñez

 

 

Uff, conozco una persona que fliparía si se enterara que he escrito el primer poema de mi vida, eso si, no esta medido, no se si la rima pega, seguro que la estrofas no están bien, pero lo importante es, que me he tirado a la piscina sin ser poeta. He dejado que las palabras fluyeran solas de mi interior. No tiene copyright, pero si lo plagias, recuerda un sentimiento de culpa te caerá encima, tu felicidad no sera plena, es propiedad de la persona a la que va dirigida.