viernes, 3 de julio de 2015

El Hacedor



Somos el río que invocaste, Heráclito


Somos el tiempo. Su intangible curso 

acarrea leones y montañas, 









llorado amor, ceniza del deleite,

insidiosa esperanza interminable, 

vastos nombres de imperios que son polvo,









hexámetros del griego y del romano, 

lóbrego un mar bajo el poder del alba,

el sueño, ese pregusto de la muerte, 









las armas y el guerrero, monumentos, 

las dos caras de Jano que se ignoran, 

los laberintos de marfil que urden 









las piezas de ajedrez en el tablero, 

la roja mano de Macbeth que puede 

ensangrentar los mares, la secreta 









labor de los relojes en la sombra,

un incesante espejo que se mira 

en otro espejo y nadie para verlos, 









láminas en acero, letra gótica, 

una barra de azufre en un armario, 

pesadas campanadas del insomnio, 








auroras, ponientes y crepúsculos, 


ecos, resaca, arena, liquen, sueños.


Otra cosa no soy que esas imágenes 


que baraja el azar y nombra el tedio. 









Con ellas, aunque ciego y quebrantado, 

he de labrar el verso incorruptible 

y (es mi deber) salvarme.









El hacedor - Jorge Luis Borges (1981)




3 comentarios:

  1. Devant tant de sagesse et bon faire, je,
    je suis un zéro à la gauche...
    Las imágenes excelentes también, qué te puedo decir...
    Salud!

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